En la saga romantica de los atardeceres al marco de la consabida calle de Lopez Cotilla, en esta bella ciudad, hemos continuado descorchando tintos al por mayor.
en esta ocasion, nos toco probar un tinto de etiqueta, ' las postales del fin del mundo' de factura argentina.
en torno a dicho tinto los mismos de siempre, el parrillero charro, la tzipactli, el licenciado Polo y demás, nos hicimos servir de unos cortes de vacio, bañados con abundante chimichurri, y un muy mexicano guacamole, y mas mexicanos aún, ensalada de nopales con tortillas de maíz.
la armonia resulto, aceptable, a la vista, oscuro, poco brillo, lagrimas tenues, aroma con recuerdos de ciruela pasa, nueces, con un ataque ligero, sabor a frutas negras maduras y un final corto.
aceptable, bueno, y aún mejor al armonizarlo con la comida, y la charla de la tarde.